Sua (fuego en Euskera), a su corta edad, ya sabe lo que es pasar frío, hambre y miedo, estar expuesta a peligros y sin un techo donde refugiarse.
Por suerte, alguien la vio y decidió ayudarla. Se le dio una casa de acogida temporal y asistencia veterinaria. Poco a poco, ha ido perdiendo el miedo y ha resultado ser una gatita muy sociable, cariñosa y juguetona, perfecta para una casa con niños, a los que dará inimitables momentos de juego y apta para convivir con otros animales.
Actualmente está desparasitada y actualizando el protocolo veterinario de vacunas.