Incendios Igorre ¿tenemos un plan?

La vigente Ley de Montes y regulaciones autonómicas exigen a los municipios de zonas con riesgo de incendios forestales que elaboren y aprueben sus propios Planes de Prevención y Defensa contra incendios forestales. Estos planes deben ser detallados y específicos para cada municipio, identificando las zonas de riesgo, las infraestructuras críticas, las franjas de seguridad y las medidas a aplicar en el territorio.

Si bien la coordinación con planes superiores (como el INFOBI en Bizkaia) es esencial para la gestión de emergencias, estos planes no reemplazan el documento municipal. Los planes de nivel superior establecen directrices generales y de coordinación de recursos, mientras que el plan municipal debe ser un instrumento de planificación territorial y de gestión de la prevención sobre el terreno.

En el municipio que habitamos, con una superficie total -según el Ayuntamiento de Igorre- de 1.752 Has. (17,52 km²), el 63,8% del término municipal es forestal:

Bosque natural 7,0%,
plantación 55,8%,
galería 0,9%.

Hambre y ganas de comer

Por otra parte, es evidente la correlación que existe entre líneas eléctricas e incendios. No en vano, los tendidos deben guardar bajo los cables unas distancias exentas de vegetación, de dimensiones variables en función de la potencia eléctrica transportada.

Los riesgos se dan por diversos factores principalmente relacionados con fallos en el equipamiento, condiciones climáticas adversas y por la interacción con la vegetación. Estos son los puntos clave:

Líneas caídas o rotas: Las líneas eléctricas pueden romperse debido a vientos fuertes, caída de árboles, o acumulación de hielo y nieve. Si una línea activa cae al suelo o entra en contacto con vegetación seca, el arco eléctrico puede generar calor suficiente para iniciar un incendio.
Cortocircuitos y arcos eléctricos: Un contacto entre dos líneas eléctricas, o entre una línea y un objeto externo (como un árbol), puede causar un cortocircuito. Este evento genera chispas y calor intenso que pueden prender fuego a la vegetación circundante.
Vegetación que crece cerca de las líneas: El contacto de ramas y árboles con las líneas eléctricas es una causa muy común. El movimiento del viento puede provocar que la vegetación toque los cables, causando arcos eléctricos. Por ello, es crucial mantener franjas de seguridad despejadas de vegetación alrededor de las líneas.
Problemas con los transformadores y equipos: Los transformadores, aisladores y otros componentes de la red eléctrica pueden fallar o sobrecalentarse, liberando chispas o fragmentos incandescentes que inician la ignición.
Condiciones climáticas: La sequía, las altas temperaturas y los vientos fuertes amplifican el riesgo. Las condiciones secas hacen que la vegetación sea altamente combustible, mientras que el viento puede propagar rápidamente las chispas o el fuego una vez que ha comenzado.

La llegada del nuevo Kblazo de 400 kV

Es la gota que viene a colmar el vaso tras el eco mediático nacional que el nombre de Igorre ha alcanzado este pasado día 10 de agosto la denuncia igualmente de la Fiscalía y también relacionada con las líneas eléctricas por la falta de consideración para proteger a las aves silvestres que viven en ecológica armonía con el territorio desde hace milenios.

Así, nuestro vecino amenazado, el Alimoche, nos recuerda el dicho ancestral: